Todavía no me había presentado. Mi nombre es Chema, nací y habito en Madrid y comparto con todos vosotros el AMOR a los trenes. Mi fascinación por este medio de transporte nació cuando siendo muy pequeño viajaba con mi padre en los vagones del metro de Madrid. Entonces, y de esto hace ya mucho tiempo, me gustaba asomarme a la ventanilla redonda de la puerta que separaba la cabina del conductor del resto del vagón. Pegaba mi naricilla de niño curioso al cristal para ver qué me descubría el avance del tren en la oscuridad de aquellos túneles...
También recuerdo al señor que se encargaba de abrir y cerrar las puertas, alojado en el primer vagón de la composición, presto a hacer su trabajo en cuanto el tren se detenía en la estación, que finalizaba haciendo sonar un silbato justo antes del cierre de las puertas. Y también recuerdo los chirridos de las ruedas en las curvas cerradas (por ejemplo en el tramo Sol-Tirso de Molina), los remaches en las paredes y el olor a cables quemados de los antiguos vagones, el traqueteo que a veces te hacía temer que el tren fuera a descarrilar...
En cuanto a los viajes en tren tren, recuerdo uno con especial cariño: un viaje de Madrid a Barcelona en un expreso nocturno de 10 horas o así, en septiembre de 1991, para asistir a un concierto de música en el Estadio Olímpico. En ese viaje descubrí lo fácil que era hacer amigos entre los pasajeros con los que compartía viaje, la mayoría de ellos viajaban por el mismo motivo
Una noche muy larga en la que creo que nadie durmió 
¡Ah! Lo de El Último Tren es porque así se llamaba el programa de radio que estuve realizando durante 4 años y medio en distintas radios locales de Madrid.
Saludos a tod@s y perdón si os he aburrido un poco.
Chema
